CIERRA LA VENTANA...

todo es confuso como el humo de un cigarrillo entre la niebla,
hilo desmadejado que no conduce a nada, palabrería de neón abstracto,
jauría de silencios recitando al aire mensajes ya sabidos...
hay miles y miles de escaleras y números y nombres y buzones y refugios en el aire
como nidos de cigüeñas trashumantes...
queda lejos la imagen que tú guardas de una lluvia distinta, melodías de cristal,
la extendida piel del arco iris bajo una sombrilla oriental...
hay suficiente dinamita puesta bajo la suela de los zapatos que más te pisotearon
y sabes que es mejor romper, volar, destruir, que esperar a que pacten con la sinrazón
y ensucien tu nombre, tu memoria, tus sentidos, tus imágenes...
será por poco tiempo, siempre te apasionaron desde niño los fuegos artificiales...
nadie podrá entender que ardió la vida detrás de tantos gélidos huesos derribados:
dirán el como viviste, no dirán el porqué...
cierra, cierra la portezuela, refúgiate en la celda y no habras la ventana,
no sea que la luz muerda también lo poco que te queda: tu soledad en medio de los gritos,
tu locura en un mundo enloquecido, el reposo agitado que te lleva a tocar fondo...
y si alguna noche de verano, parado sobre la brisa de un charco, vuelves...
que no nieguen tu existencia mientras te explican todo...