viernes, 2 de febrero de 2007

FIEL COMPAÑERA



Regreso a casa en el autobús de la indiferencia, fantaseando con tú promiscua infidelidad. Mientras anhelo encontrarte anudada en los brazos de otro, otros, todos aquellos que no te han conocido nunca, que no han probado tus besos de doble filo que tanto he deseado y buscado, mis labios sangran.

Atravieso la puerta y me recibe ese aroma inconfundible con el que inundas más que mi estancia. Y no dejo de quererte, y no dejo de odiarte.

Recostada en el sofá, abriendo y cerrando la nevera de mis recuerdos, desvistiéndote en esa habitación impasible, hasta en la oquedad de las paredes, todo lo abarcas, todo lo puedes, ya solo eres tú, estando con otros estoy solo contigo, conmigo y con nadie.

Al despertar, extiendo mis brazos añorando el roce de lo desconocido, y apareces ahí tumbada, fría, semejante a las sábanas de enero, igual al tránsito sin retorno, como si no estuvieras.

Pero estoy asqueado del incondicional abrazo con el que me asfixias, ya no quiero ser más pared de enredadera.

raúl






A ti te ocurre algo
yo entiendo de estas cosas
hablas a cada rato
de gente ya olvidada
de calles lejanísimas
con farolas a gas
de amaneceres húmedos
de huelgas de tranvías
cantas horriblemente
no dejas de beber
al poco estás peleando
por cualquier tontería
yo que tú ya arrancaba
a que me viera el médico
pues si no un día de éstos
en un lugar absurdo
en un parque en un bar
o entre las frías sábanas
de una cama que odies
te pondrás a pensar
a pensar a pensar
y eso no es bueno nunca
porque sin darte cuenta
te irás sintiendo solo
igual que un perro viejo
sin dueño y sin collar

José Agustín Goytisolo




0 impertinencias::

guión y dirección:

para encontrarnos